Hace ya dos años que mi estudio de cocina se convirtió en un lugar muy especial, mi segundo hogar. Nos elegimos mutuamente.
Amo su calma, su espacio, su luz y la energía que habita en él.
Siempre quise que fuera cómo es, lleno de vida, de música, de alegría aún en los días grises.
Allí paso muchas horas de mi día, pienso y preparo mis clases, cocino, pruebo recetas, hago contenido, asesoramientos, producciones de fotos, videos...
Pero si hay un momento en el que se convierte en mágico es cuando las puertas se abren para Ustedes y hacen de las clases algo único. Allí compartimos mucho más que recetas y es el momento de más disfrute para mí.
Ojalá todos puedan conocerlo y quererlo tanto como yo. Están invitados!